Cultivo y transformación del pimiento

A continuación detallamos los distintos pasos que se siguen hasta la obtención de nuestro exclusivo producto:

Siembra y recolección

En el mes de marzo se inicia el cultivo de las pimenteras en semilleros, en los que permanece hasta mayo, procediéndose a su trasplante a terrenos de asiento. El ciclo de cultivo de la planta se prolonga hasta la maduración del pimiento.

La recolección del fruto tiene lugar a finales de septiembre cuando alcanza su punto álgido de maduración y normalmente se realiza de forma manual, pues la utilización de sistemas mecánicos merma la calidad del producto final.

Secado tradicional

Los pimientos, cuidadosamente seleccionados, se someten al proceso de secado tradicional de la Vera, diferente a los utilizados en el resto de las zonas productoras de pimentón.

El secado se realiza en los secaderos de pimiento (edificios de unos 20m² de superficie y 5m de altura), en ellos el pimiento se echa sobre unos listones de madera que se encuentran en la parte alta de los edificios. Por debajo, se enciende el hogar con leña de encina o de roble, y el aire que entra por la puerta, calentado por el fuego asciende envuelto en humo secando el producto. Es preciso mantener una temperatura constante, dependiendo de los días que lleva el pimiento en el secadero.

Diariamente es necesario voltear a mano las gruesas capas del fruto para que el secado sea uniforme. Este tradicional proceso de secado, que tiene una duración de diez a quince días, no se puede reproducir de forma automática y confiere al pimentón sus características fundamentales de aroma y sabor.

Una vez seco el pimiento, se pisa, para “romperlo” y se traslada en fardos o sacos a nuestro molino donde se procesa para la obtención del pimentón.

Despezonado o desrabado

El “despezononado” o desrabado, es separar el rabo o pedúnculo y el cáliz. Antiguamente era una tarea que se realizaba a mano y normalmente por mujeres. Hoy en día, sin embargo, se hace mecánicamente.

Tronzado

Operación que consiste en picar de manera tosca el pimiento, usando un tronzador o martillo y después enviándolo a la tolva.

Molido o retronce

En esta fase es el molido propiamente dicho o retronce. Consiste en pasar el pimiento a través de los molinos, los cuales van reduciéndolo poco a poco a polvo, aunque todavía un tanto tosco y basto.

Esta operación se repite cuatro o cinco veces. La primera molienda es más fuerte, saliendo más gordo el “tronce”, por lo que también tiene menor duración. En cada ocasión, para determinar el “alivio” y para ver si se precisa una nueva molienda, se comprueba la calidad del resultado con la “tabla”, tomando una pequeña cantidad de pimentón y presionando con la caña para observar el grano.

Afinado o transmitido

El Afinado es la siguiente fase en el proceso. El pimentón retronzado se pasa lentamente con las piedras cerradas. Podemos decir que, realizada esta operación, el pimiento, si se ha realizado un correcto secado y molido, estará convertido en un buen pimentón.

En esta fase es donde interviene nuestro molino hidráulico o artesano, lo que confiere al pimentón molido en este molino una categoría superior a los molidos con los sistemas eléctricos de otros molinos de la zona.

Tamizado

Para finalizar el proceso, el pimentón obtenido se pasa por un tamiz para eliminar cualquier residuo o impureza que pudiera contener el polvo de pimentón tras la molienda.

Envasado

El producto final se deja enfriar y pasa a la sala de envasado, donde se ensacaembolsa o enlata, dependiendo del formato que nuestros distintos clientes nos demandan.

En nuestra tienda puedes ver el catálogo de algunos de nuestros productos.

Consumir Pimentón ahumado duplica las defensas antioxidantes.

Un estudio, publicado en la prestigiosa revista científica Journal of Food, evidencia la capacidad de este condimento para activar las enzimas encargadas de “desintoxicar” el cuerpo.

Elaboración del pimentón de la Vera: Envasado
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